Desde los 13 años trabajó como tapicero, herrero y ebanista en el sector Pueblo Nuevo, Santiago, para ayudar a mantener a la familia.
Esa era su forma de conseguir dinero hasta los 18 años de edad, pero también tenía como ‘hobby’ el baile, ya que por su sangre corría lo artístico, pero no se daba cuenta.
Sin embargo, cuatro meses antes de pegarse trabajaba en una imprenta y cuando creía que todo se derrumbaba logró una pegada inesperada junto a Crazy Desing con el tema “Los teke teke”.
No conocía a su padre
Su padre, Napoleón Santana, se fue a Estados Unidos cuando Carlitos tenía apenas dos años de edad, a quien no conoció físicamente, pero con quien al menos se mantuvo hablando por teléfono durante 22 años.
“Yo conocí personalmente a mi padre cuando fui a Nueva York por primera vez como Los Teke Teke y cuando nos vimos en el aeropuerto JFK ambos rompimos a llorar.
Eso fue muy emotivo y en lugar de odiarlo lo empecé a querer más. Hablamos de todo y nos empezamos a conocer como padre e hijo”, dijo Carlitos.
Su padre regresó a la República Dominicana y es un hombre enfermo, con varias complicaciones de salud, a quien atiende.
En una tienda
El artista cuenta que cuando tenía 18 años trabajó en una tienda por departamentos de Santiago, pero fue cancelado cuatro años después porque en ocasiones faltaba por estar promoviendo un proyecto musical.
En ese entonces Carlitos Wey trabajaba para ayudar a mantener a su madre Josefina Carela Monegro, sus tres hermanos y un sobrino.
Luego pasó a trabajar en una imprenta en la ciudad de los 30 Caballeros, pero allí no duró mucho tiempo porque se inició el proyecto de Los Teke Teke.
Otro trabajo
“Yo hablé con el dueño de la empresa y el me dijo: Óyeme, cree en tu sueño y tira pal’ ante, y eso siempre lo voy a recordar”, dijo.
Carlos Napoleón Santana, nombre de pila del artista, nació en Santo Domingo, de ahí se fue a Barahona, luego volvió a la Capital, más tarde a Las Terrenas y en Santiago fue su última morada, desde donde logró impactar como cantante.
Cuenta que como su padre se marchó de la casa, él y sus tres hermanos fueron adoptados por un familiar de Barahona, donde vivió por varios años. Luego se enfermó de una apendicitis y volvió a Santo Domingo con su madre de crianza, Lisette Perdomo.
“Yo carpeteaba mucho y por eso mi madre de crianza me mandó a Sabana de la Mar, donde empecé a desarrollarme como bailarín. Al poco tiempo me mandaron de nuevo a Santo Domingo y de ahí a Santiago, donde me desarrollé como artista”, contó con orgullo el cantante urbano, perteneciente a Manicomio Records y Kuc Music.
El artista tiene proyectada una gira promocional que lo llevará por diversos escenarios de Europa, Estados Unidos y Suramérica.
El cantante ha grabado siete canciones luego de debutar como solista y en la actualidad promueve el corte musical “Suéltame”, que será parte de “Loco con la música”.