El cantante Edgardo Franco, quien hace tres décadas hizo bailar a millones de personas, actualmente se dedica a evangelizar personas como Testigo de Jehová
Las canciones de "El General" en la década de los 90 eran temas obligados por todos aquellos que querían bailar reggaeton, en una época en la que este género aún no era tan popular como lo es hoy en día. Es por eso que es difícil de imaginar que Edgardo Franco, verdadero nombre del cantante, haya dejado su éxito en el pasado para difundir la palabra de Dios, dejando completamente de lado la música. Así lo demostró el panameño detrás de los hits "Funkete" y "No me trates de engañar", quien en una entrevista con el programa "Reporte Semanal" mostró su presente como Testigo de Jehová y analizó los temas que lo llevaron a hacerse famoso, los mismos que ahora considera como una obra de Satanás. Según confesó, antes de iniciar su carrera en la industria de la música, se sentía cercano al mundo de la fe, pero que "malas compañías" lo llevaron por malos pasos. "Yo tenía sueños de cuando era pequeño de lograr ser un cantante famoso, pero conocí la verdad. Sucede que no había despedido estos sueños de mi corazón y entonces me puse a escuchar esas malas compañías de antes y ellas me jalaron con sus anzuelos y me trajeron a ese estudio de grabación", explicó "El General". "Las letras (de mis temas) causaban conflicto con mi conciencia, pero me dieron unos tragos y las grabé. Esas canciones sonaban en todas las radios. Ese fue un trofeo de parte de Satanás", agregó Franco, quien explicó que ahora su talento lo debe usar para predicar. "Gracias a los hermanos (de la Iglesia) que me mostraron con la Biblia qué tan lejos había ido y que había traicionado a Jehová", afirmó. "Jehová nos da los talentos y queremos utilizar nuestro talento para Jehová. Uno nunca debe darle la espalda a Jehová, uno debe ser fuerte".