Con smartphones cada vez más potentes que realizan todo tipo de funciones, los usuarios necesitan más Internet que nunca. Sin embargo, las ampliaciones de los planes de datos de las compañías telefónicas no llegan a cubrir la exigente
demanda y, por ellos, muchos agotan sus megas o gigas antes de que culmine el mes.
WhatsApp, el popular servicio mensajería, es una de las aplicaciones que consume más datos en el smartphones del usuario medio, en especial cuando se comparten imágenes, documentos y sobretodo vídeos. Para que el servicio de mensajería no se coma tu plan podés seguir estos pasos.
Hay que dirigirse a la opción de “configuración” dentro de WhatsApp. Si tenés la versión para iOS la vas a encontrar en la barra inferior, dándole al icono de la rueda dentada; en cambio los usuario de Android deberán desplegar el menú de los tres puntos, que se encuentra en la esquina superior derecha, y selecciona el apartado “Configuración”.
Una vez allí deberás abrir el apartado “Datos y almacenamiento”, donde podrás gestionar qué elementos multimedia (fotos, videos, audios y documentos) te interesa que se descarguen de forma automática desde los chats en función del tipo de conexión a Internet. Hay tres opciones: con datos móviles y WiFi, solo con WiFi o nunca.
Para ahorrar el máximo tu plan se aconseja desactivar la descarga con datos móviles para las cuatro opciones: imágenes, audio, videos y documentos seleccionando la opción Wi-Fi. Así, cualquier archivo que llegue por WhatsApp solo se descargará cuando el teléfono esté conectado a una red WiFi.
Además, activa la opción “Uso reducido de datos” si preferís gastar menos datos móviles de tu plan durante llamadas de WhatsApp. Eso sí, debido a la reducción de datos la calidad de las llamadas también disminuirá.
Como recomendaciones generales para ahorrar también se recomienda limitar algunas de las aplicaciones para que no se activen cuando el smartphone esté fuera del alcance de una red WiFi. Esto se puede hacer desde la opción de “configuración” del propio dispositivo.
Operaciones como la descarga o actualización de aplicaciones, como la actualización del sistema operativo, también gastan muchos datos, por lo que se recomienda hacerlo únicamente al conectarse a una red WiFi.