Jennifer López explicó en una entrevista con Harper's Baazar que en una ocasión un director de cine le pidió que le enseñase los pechos, y que ella, pese a sentirse "aterrada", acabó negándose.
"No he sido acosada de la misma forma en la que algunas mujeres lo han sido. ¿Pero un director me ha dicho alguna vez que me quitase la camiseta y le enseñase los pechos? Sí, me ha pasado. ¿Y lo hice? No.", detalla.
"Cuando le contesté, estaba aterrada. Recuerdo que mi corazón se me salía del pecho, y yo pensaba '¿Qué hago? ¡Este hombre me está dando trabajo!'", recuerda.
López reconoce que no supo cómo reaccionar ya que era una de sus primeras películas, pero asegura que en todo momento supo que ese comportamiento "no era adecuado".
"Podría haber hecho una cosa u otra, pero creo que al fin y al cabo la chica del Bronx que llevo dentro dijo "No, no voy a hacer eso", apuntó.
López ha sido una firme defensora de los movimientos #MeToo y Time's Up, y en enero apoyó a sus compañeras de los Globos de Oro desde Puerto Rico, vistiendo de negro y dejando claro que las mujeres querían de una vez por todas "ser tratadas igual" y no tener que enfrentar más acoso sexual.
Denuncias
Tras las denuncias de agresión sexual de varias decenas de mujeres contra el productor de cine Harvey Weinstein, miles de relatos de abuso inundaron las redes sociales bajo la etiqueta “Me too” (yo también), un movimiento que nació hace una década y en el que muchas encuentran ahora valor para hablar.
Cuando la actriz Alyssa Milano invitó a mujeres de todo el mundo a denunciar casos de abuso y acoso machista en Twitter, hace una semana, no imaginaba que hoy los mensajes se contarían por cientos de miles, pero tampoco sabía que esa campaña por dar voz a las víctimas la impulsó una activista llamada Tarana Burke tiempo atrás.