NUEVA YORK._ La oficina de la fiscal de El Bronx, Darcel Clark, dijo que la pandemia de COVID-19 está retrasando las condenas a otros ocho pandilleros trinitarios acusados por el asesinato brutal del adolescente dominicano Lesandro Guzmán Feliz (Junior), ultimado a puñaladas y machetazos en ese condado en junio de 2018, por lo que ya se cumplieron dos años del homicidio.
Después de las sentencias a cadena perpetua a cinco trinitarios convictos por el crimen, los fiscales habían propuesto negociaciones a los demás acusados, y algunos de ellos las rechazaron, lo que también está haciendo más lento el proceso.
El sábado de la semana anterior cuando se celebraba el segundo aniversario de la muerte de Junior, su madre, Leandra Feliz, otros familiares, comunitarios y agentes del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), realizaron un acto en el cementerio donde está sepultado en el que se recordó la vida del adolescente y se lanzaron globos al aire, frente a su tumba.
Los fiscales mantienen la teoría de que el joven de 15 años fue confundido con un miembro de una pandilla rival, una versión que fue dada días después del asesinato por el líder de la célula trinitaria cuyos miembros lo mataron.
Los cinco condenados de por vida, fueron grabados en videos atacando a Junior con un machete y cuchillos al muchacho y fueron enjuiciados primero después que el juez decidió que enjuiciará al grupo en dos fases. Los otros ocho acusados enfrentan cargos de asesinato en segundo grado y otras acusaciones, y siguen esperando el encausamiento.
Se les acusa de estar presentes como parte del plan y de participar en la persecución que condujo al asesinato de Junior.
La fiscal dijo que no habrá juicios en el futuro previsible debido al coronavirus.
La madre de Junior respondió que aunque entiende la situación, sigue esperando pacientemente la conclusión del caso y aseguró que como al principio, estará todos los días en el tribunal hasta verlos condenados.
Dijo que la Unidad de Asistencia a Víctimas de Crimen de la fiscalía de El Bronx continúa apoyándola.
Christina Fragola, directora adjunta de esa unidad, dice que su oficina creó un grupo de apoyo para homicidios en videos conferencias a través de Zoom para continuar conectándose con las familias de las víctimas, incluso durante la pandemia.
«Es diferente ahora porque no ha habido audiencias en la corte, pero para muchos sobrevivientes de homicidios, esa fue una forma en que se sintieron conectados con sus seres queridos, van a la corte y también estamos allí con ellos», dijo Fragola. .
De los ocho, dos de ellos, Diego Suero y Frederick Lugo, sindicados como líderes de la célula pandillera, fueron juzgados juntos.
La selección del jurado, originalmente programada para enero, se retrasó hasta agosto porque el abogado de Suero murió y luego llegó la pandemia de coronavirus.
En cuanto a los últimos seis acusados, sus abogados no están seguros de cuándo serían enjuiciados.
El abogado defensor Matt Kliger que representa a Ronald Ureña, el decimotercer sospechoso arrestado en el asesinato de Junior, que se encuentra en prisión sin derecho a fianza, dijo que tener a alguien sentado allí que no ha demostrado ser culpable de nada mes tras mes, tras mes, es muy frustrante para la familia.
“Creo que en este punto realmente es necesario volver a examinar el estado de la fianza de algunos de estos acusados», dijo Kliger.
Danilo Payamps Pacheco es el único acusado restante al que se le concedió una fianza fijada en $500,000 dólares.
Daniel Fernández, quien, según la policía, es visto en el video ayudando a sacar a Junior de la bodega, también espera ser juzgado.
Al igual que José Tavarez, quien fue capturado en la cámara de vigilancia de la bodega persiguiendo a Junior, que estaba tratando de esconderse detrás del mostrador.
Si son declarados culpables del cargo más grave, pueden enfrentar sentencias de entre cadena perpetua a 25 años.
La madre de Junior insiste en que los ocho son tan culpables como los cinco que ya han sido condenados.
«Para mí, es lo mismo porque estaban todos juntos, no era uno por uno, estaban todos juntos», añadió la señora Feliz.
Los partidarios de la familia de Junior que han asistido regularmente a los procedimientos judiciales ahora mantienen vivo su espíritu de cualquier manera que puedan.
«Tenemos que mantener esa esperanza y fe porque eso es todo lo que nos queda», dice el abogado de la familia de Junior, Nikki Olderon.
Hay dos audiencias planificadas para el 8 y el 15 de julio para que todas las partes se reagrupen.
Los abogados defensores que hablaron con el canal Bronx News 12 dicen que se están preparando para ir a juicio y no esperan avanzar con un acuerdo de culpabilidad en este momento.
El impactante video del asesinato hizo que el mundo gritara por justicia, pero el dolor de la madre sigue siendo el mismo.
«El tiempo no ha cambiado nada. Siento lo mismo que sucedió el primer día», dijo la señora Feliz.
Señaló que su casa le recuerda a una cara que siempre sonreía. «Soy la madre y me matan, matan a dos personas al mismo tiempo, lo matan y me matan porque estoy viviendo la muerte en la vida», dijo Leandra.
Leandra, quien fue contagiada por COVID-19 relató que tuvo un susto en marzo cuando se estuvo muy enferma, pero dio negativo en la prueba.
Dijo que desde mayo, cuando se acerca junio, mes aniversario de la asesinato su corazón tiembla y se siente muy angustiada.