Francisca Lachapel es una de las caras más queridas de la televisión hispana y se lo ha ganado a pulso.
De acuerdo a “People en español”, esto es gracias a su papel de Mela la Melaza y a su personalidad tan única en Despierta América.
Sin embargo, no siempre recibió el apoyo necesario para demostrar su talento, hubo una etapa de su vida en la que no existía ni el glamour, ni las alfombras rojas ni mucho menos las cámaras de televisión. Todo eso era una ilusión y un sueño casi inalcanzable en su mundo de pobreza y mínimos recursos.
Nadie creyó en ella ni en sus aspiraciones porque una chica con su imagen y su bajo estatus social no podía pensar más allá. Incluida su mamá Divina, quien en algún momento de su vida le llegó a decir que eso de la fama y el éxito no era para chicas “como ella”. Así se lo explicó a José Luis Rodríguez ‘El Puma’ en un directo en sus redes.
“Mi mamá me adora y me quiere pero me decía: ‘eso no es para gente como nosotras’ porque éramos pobres, las muchachitas que son así blanquitas y con el pelo nuevo le pasan esas cosas pero a las niñas como tú no”, recuerda. Y claro pues al final se lo terminó creyendo.
“Muchas veces sentí que no merecía una corona y que esas cosas le pasaran a una niña como yo”, explicó al cantante de su camino al éxito cuando ganó Nuestra belleza latina. “Yo no pensaba que iba a ganar, tenía la esperanza de conseguir un trabajo que era lo único que me interesaba, no la corona”, explicó.
Lo decretó
“Esta vida que yo tengo en mi corazón yo sabía que la iba a tener…Hasta me soñaba con momentos que yo he vivido”, dijo la también actriz.