La sal es un ingrediente principal para cualquier tipo de gastronomía; en la comida mexicana se utiliza demasiado. A pesar de darle un buen toque a los alimentos, hay personas que consumen más sodio de lo que necesitan, generando daños que algunas veces son irreversibles.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sal es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación. A pesar de que es indispensable para cualquier vida, puede llegar a ser perjudicial para la salud si se consume en exceso.
Es por eso que el gobierno de México compartió un boletín informativo sobre cuáles son los diferentes tipos de sal y de cómo usarlos; así como de cuál es la más saludable para cocinar.
De acuerdo con la información publicada a través de Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), como cualquier ser vivo, los seres humanos necesitamos sal en pequeñas cantidades para:
-Controlar la cantidad de agua del cuerpo humano, manteniendo el PH de la sangre.
-Regular los fluidos del cuerpo.
-Ayudar a que el cuerpo esté hidratado, introduciendo agua en el interior de las células.
-Ayudar a transmitir impulsos nerviosos y a la relajación muscular.
“Una parte de la sal se requiere para poder realizar las actividades vitales, y el resto se pierde por la orina, las heces y el sudor, pero es el riñón quien se encarga de regular las concentraciones de sodio de nuestro organismo. El sodio retiene agua, y es gracias a esta propiedad que el cuerpo humano mantiene concentraciones de agua en el organismo, fundamental para vivir”, reiteró el gobierno de México. Tipos de sal
Sal común o sal de mesa: se trata de una sal corriente y versátil para el uso cotidiano, muchas veces las empresas las nombran como sal marina a sus variedades más gruesas, menos refinadas, destinadas para aderezar carnes y pescados cocinados a la brasa o a la plancha.
Sal yodada: se trata de sal común a la que se le añade el yodo que se pierde durante su procesamiento para compensar la falta de este material.
Sal sin sodio: son destinadas a personas que sufren hipertensión o ciertas enfermedades cardiovasculares pues sustituyen total o parcialmente el cloruro sódico de la sal por cloruro potásico.
Sal gruesa o para hornear: se trata de un tipo de sal menos refinada con una apariencia más rústica, de grano grueso.
Sal kosher: es una sal marina que tiene una textura de grano grueso y más grande que la de mesa común y los granos se adhieren mejor a los alimentos.
Sal del Himalaya o sal rosa: tiene un peculiar color rosado y a pesar de que muchas veces se vende como “cargados de virtudes saludables” no tiene ningún efecto terapéutico ni curativo en especial. Además tiene mínimas diferencias respecto a cualquier otra.
Sales aromatizadas: se trata de sal normal que se puede aromatizar prácticamente con cualquier combinación, como ajo, pimentón, romero, cebolla, entre otros.
Sal líquida: se realiza directamente del agua marina a través de diversos procesos que la hacen apta para el consumo, su presentación en es spray.
Cuál es la sal más saludable
Cabe destacar que cualquier tipo de sal en exceso es perjudicial para la salud, puesto que pueden generar enfermedades crónicas y complicaciones al corazón, los riñones y la microcirculación.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que el consumo excesivo de sal provoca retención de líquidos e incremento de peso, lo que obliga al hígado, riñones y corazón a trabajar por encima de sus niveles normales y afecta el sistema cardiovascular así como altera la función renal.
De acuerdo con expertos, la sal que se considera la más saludable es la rosa del Himalaya, puesto que contiene niveles considerables de minerales beneficiosos y esenciales como el potasio, magnesio, calcio y cobre. Sin embargo, no es necesario solo consumir esta sal, sino considerar el consumo.
Aun así no se debe pasar de la recomendación diaria la cual, de acuerdo con la OMS, es en adultos menos cinco gramos que es como una cucharada; entre cuatro y cinco gramos para menores de 10 años y entre tres y cuatro a los menores de siete años.