Los problemas de comunicación afectan a cualquier tipo de relación personal, desde las amistosas hasta las amorosas. Expertos en el área confirman que más fuertes son las amorosas, pues esta el tema de convivencia de por medio.
Es por ello, que nace el pensamiento de “por mucho que dos personas se quieran, es muy difícil convivir a diario con alguien y no discutir de vez en cuando”. Y, dado que aquello que nos dice nuestra pareja nos afecta especialmente, debemos ser especialmente cuidadosos cuando nos dirigimos a ella.
Sin embargo, esto no quiere decir que no se puede comportar con naturalidad cuando se esta con la persona que se quiere, pero si es recomendable dirigirse a esa pareja con otro lenguaje, tan distinto al que se maneja con los amigos o compañeros de trabajo.
Como explicaba el lingüista Sebastià Serrano, “el amor es una tarea de orfebrería de comunicación. Los matices cobran mucha importancia, encontrar el tono de voz, las palabras adecuadas”.
Para la psicóloga Melissa Orlov, cualquier palabra puede ser malinterpretada por la pareja, más si esta se encuentra predispuesta.
Al margen de esto, según una publicación en el blog de Orlov, hay una serie de formas de comunicarse que bajo ningún concepto podemos utilizar.
A continuación las cinco formas de comunicarse con la pareja:1. Realizar argumentaciones demasiado largas:Por muy importante que sea aquello que vamos a decir, si se trata de algo problemático es mejor ser conciso. Ya tendrás tiempo de entrar en detalles, pero de primeras trata de no abrumar a tu pareja. Es más fácil entender una versión resumida del problema que una perorata de media hora.2. Seguir insistiendo cuando tu pareja no responde:Una vez que has planteado una cuestión puede que tu pareja, pese a haberte escuchado, no sepa qué decirte. Todos queremos una respuesta, y es duro no saber qué está pasando por la cabeza de la persona a que amas (máxime si tienes la sospecha de que no es nada bueno), pero resiste la tentación de volver a repetir lo que has dicho. Si necesitas una respuesta prueba a pedirla tal cual, con fórmulas como “¿estás de acuerdo?” o “¿qué piensas de todo esto?”. Pero no seas pesado.3. Hablar de asuntos privados delante de otras personas:Nunca, bajo ningún concepto, debes discutir asuntos de pareja junto a otras personas. Por mucho que sientas que necesitas trasladar a tu pareja aquello que piensas en ese momento, haz un esfuerzo y espera a estar a solas. Reprender a tu pareja delante de otras personas no sólo es muy feo, además hará que ésta malinterprete lo que vas a decir y se bloquee.4. Hacer caso omiso a los intentos de tu pareja de dejar la discusión para más adelante:No insistas en discutir si tu pareja está tratando de evitar la conversación. Evidentemente, si crees que hay un problema tendréis que hablar de ello tarde o temprano, pero insistir en mantener una discusión si tu pareja prefiere dejarlo para otro día sólo va a empeorar las cosas. Si crees que es muy importante, dile que elija el momento adecuado para tratar el asunto. No pasa nada por esperar unos días so la otra persona va a sentirse más cómoda.5. Discutir en la cama:Parece algo secundario, pero en las discusiones de pareja el cuándo y el dónde son esenciales. No es lo mismo salir a dar un paseo por la tarde y hablar con tu pareja sobre un tema delicado que sacar a relucir aquello que te preocupa cuando estáis los dos en la cama. Cuando el cansancio aprieta estamos más irascibles, con lo que cualquier problema por insignificante que sea, se puede salir de madre. Al llegar a la cama abraza a tu compañero, haz el amor si puedes, y olvida los problemas. Mañana será otro día y tendrás una nueva perspectiva de la situación.