Un estudio en adultos mayores ha relacionado una mejora de la memoria con el consumo periódico de hortalizas
Según un artículo publicado en el portal Muy Interesante, con el paso del tiempo, el envejecimiento, el acortamiento de los telómeros... Es algo que no podemos evitar. A medida que vamos cumpliendo años, naturalmente, las habilidades cognitivas y la memoria disminuyen.
Sin embargo, ingerir una porción de verduras de hoja verde al día puede ayudar a preservar la memoria y las habilidades cognitivas, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Rush en Chicago.
El ácido fólico, del grupo B de las vitaminas, se encuentra en grandes cantidades en las verduras de hoja verde, como las espinacas, las acelgas o la lechuga.
En un comunicado emitido por la Universidad, que ha publicado la investigación en la prestigiosa revista científica Neurology, la Dra. Martha Clare Morris, epidemióloga nutricional, explica los resultados del estudio y cómo es posible que la introducción de un hábito tan sencillo en la dieta pueda tener tales implicaciones para el cerebro:
“Agregar una porción diaria de verduras de hoja verde a la dieta puede ser una forma sencilla de ayudar a promover la salud cerebral”, afirma.
En occidente continúa habiendo un fuerte aumento de personas con demencia debido al envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida. Por ello, explica la doctora, “se necesitan estrategias eficaces para prevenir la demencia”.
Los adultos mayores con este hábito de alimentación dieron muestras de ser cognitivamente 11 años más jóvenes.
En la investigación, 960 adultos mayores completaron cuestionarios sobre alimentos y recibieron evaluaciones cognitivas anuales, en un seguimiento que duró casi 5 años.
Los resultados fueron claros: de las personas observadas en la investigación, aquellas que periódicamente consumían una porción de verduras de hoja verde presentaron una tasa de disminución más lenta en las pruebas de memoria y habilidades de pensamiento que las personas que rara vez o nunca las ingerían.
Además, los adultos mayores con este hábito de alimentación dieron muestras de ser cognitivamente 11 años más jóvenes.
A mayor frecuencia, mejor
Los participantes también completaron el cuestionario de frecuencia de alimentos, que evaluó la frecuencia y la cantidad de porciones de media taza que comieron hortalizas de hoja verde, como las espinacas, la col rizada, las acelgas o la lechuga.