El orgasmo suscita muchas emociones… Unos lo proclaman, otros lo simulan y hay quienes se preguntan si lo han tenido o no. Para los hombres y para las mujeres los síntomas son específicos y diferentes. Hemos hecho una lista de los 10 signos del éxtasis para no dudar de la naturaleza de nuestro placer.
La eyaculación femenina
En el momento del orgasmo, la mujer segrega en la entrada de la vagina un fluido vaginal. Algunas de estas mujeres, llamadas ” mujeres fuentes”, también pueden “eyacular”. Se trata en este caso de un líquido claro que fluye de la uretra y que segregan las glándulas de Skene. Este fenómeno puede estar relacionado con la estimulación del clítoris o el punto G y es muy poco frecuente.
La fase preorgásmica
La fase preorgásmica es muy específica y se caracteriza por una serie de factores que indican una excitación intensa: las pupilas de los ojos se dilatan, los genitales se lubrican, se producen suspiros y gemidos, los pechos se hinchan, aparecen enrojecimiento en el pecho, los pezones se endurecen…
Cuando el orgasmo se aproxima, la excitación aumenta
En el orgasmo femenino la tensión sexual llega a su apogeo, los músculos del útero se contraen, la vagina se hincha y la abertura se estrecha… Aumenta la circulación de la sangre. Los labios menores de la vulva se hinchan, se oscurecen y se vuelven hipersensibles y el clítoris erecto se retrae.
Contracciones involuntarias de la vagina
Cuando se llega al pico del orgasmo se producen fuertes contracciones involuntarias de la vagina (entre 3 y 15) con un intervalo de aproximadamente 0,8 segundos. Estas contracciones son intensas en un principio para luego empezar a decaer hasta desaparecer. Durante el orgasmo también se experimentan contracciones rítmicas del útero y el ano. La lubricación natural se intensifica. En total, el fenómeno
Rigidez y rictus de placer
Durante el orgasmo el cuerpo del hombre como el de la mujer puede ponerse rígido. Se producen contracciones involuntarias de los grandes músculos y del rostro además de rictus incontrolables. Las mujeres tienden a arquear la espalda, echando la cabeza hacia atrás.
Manifestaciones del orgasmo
Los signos no son aislados y se extienden por todo el cuerpo. Ocurren muchos eventos periféricos: respiración rápida y aumento de la presión arterial y cardiaca. Estos factores pueden provocar hiperventilación.
La eyaculación masculina
Para un hombre, la eyaculación (expulsión del semen) señala a menudo el orgasmo. Este está causado por la contracción de la próstata y las vesículas seminales y se manifiesta por una serie de sacudidas, siendo las primeras las más fuertes. Este fenómeno también se conoce como descarga. Un hombre puede eyacular sin sentir placer, pero esto es raro.
El orgasmo libera un cóctel de hormonas
Desde un punto de vista neuroendocrino, el orgasmo dispensar muchos beneficios. Libera hormonas esenciales: oxitócica y prolactina. Ambas se producen en grandes cantidades en el momento del orgasmo, provocando una profunda sensación de bienestar e incluso euforia. Esta sensación marca la resolución de la tensión sexual y da paso a una profunda relajación.
Orgasmo: un placer efímero
La duración del orgasmo es de pocos segundos (de 3 a 25 segundos) pero puede alargarse hasta los dos minutos.
La eyaculación femenina
En el momento del orgasmo, la mujer segrega en la entrada de la vagina un fluido vaginal. Algunas de estas mujeres, llamadas ” mujeres fuentes”, también pueden “eyacular”. Se trata en este caso de un líquido claro que fluye de la uretra y que segregan las glándulas de Skene. Este fenómeno puede estar relacionado con la estimulación del clítoris o el punto G y es muy poco frecuente.
La fase preorgásmica
La fase preorgásmica es muy específica y se caracteriza por una serie de factores que indican una excitación intensa: las pupilas de los ojos se dilatan, los genitales se lubrican, se producen suspiros y gemidos, los pechos se hinchan, aparecen enrojecimiento en el pecho, los pezones se endurecen…
Cuando el orgasmo se aproxima, la excitación aumenta
En el orgasmo femenino la tensión sexual llega a su apogeo, los músculos del útero se contraen, la vagina se hincha y la abertura se estrecha… Aumenta la circulación de la sangre. Los labios menores de la vulva se hinchan, se oscurecen y se vuelven hipersensibles y el clítoris erecto se retrae.
Contracciones involuntarias de la vagina
Cuando se llega al pico del orgasmo se producen fuertes contracciones involuntarias de la vagina (entre 3 y 15) con un intervalo de aproximadamente 0,8 segundos. Estas contracciones son intensas en un principio para luego empezar a decaer hasta desaparecer. Durante el orgasmo también se experimentan contracciones rítmicas del útero y el ano. La lubricación natural se intensifica.
Rigidez y rictus de placer
Durante el orgasmo el cuerpo del hombre como el de la mujer puede ponerse rígido. Se producen contracciones involuntarias de los grandes músculos y del rostro además de rictus incontrolables. Las mujeres tienden a arquear la espalda, echando la cabeza hacia atrás.
Manifestaciones del orgasmo
Los signos no son aislados y se extienden por todo el cuerpo. Ocurren muchos eventos periféricos: respiración rápida y aumento de la presión arterial y cardiaca. Estos factores pueden provocar hiperventilación.
La eyaculación masculina
Para un hombre, la eyaculación (expulsión del semen) señala a menudo el orgasmo. Este está causado por la contracción de la próstata y las vesículas seminales y se manifiesta por una serie de sacudidas, siendo las primeras las más fuertes. Este fenómeno también se conoce como descarga. Un hombre puede eyacular sin sentir placer, pero esto es raro.
El orgasmo libera un cóctel de hormonas
Desde un punto de vista neuroendocrino, el orgasmo dispensar muchos beneficios. Libera hormonas esenciales: oxitócica y prolactina. Ambas se producen en grandes cantidades en el momento del orgasmo, provocando una profunda sensación de bienestar e incluso euforia. Esta sensación marca la resolución de la tensión sexual y da paso a una profunda relajación.
Orgasmo: un placer efímero
La duración del orgasmo es de pocos segundos (de 3 a 25 segundos) pero puede alargarse hasta los dos minutos.
Orgasmo: el tiempo de los hombres y el de las mujeres
El conjunto de reacciones es la variable, dependiendo de la persona. Sin embargo, la diferencia entre el hombre y la mujer es fundamental en el momento de la excitación y el acceso al orgasmo, mucho más corto en el hombre. Si orgasmo simultáneo sigue siendo una fantasía difícil de conseguir, sin embargo, la capacidad del hombre de ralentizarlo puede permitir una mejor sincronización.
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